El Montsacopa (de monte y copa, debido a su forma) es un volcán que se encuentra en el interior de la ciudad de Olot, en el barrio de San Francisco, alineado entre los volcanes de la Garrinada y de Monteolivete encima una misma fractura. Junto a su cráter está la ermita de San Francisco de Padua, construida durante el siglo XVII, lo que hace que se le conozca también con el nombre de volcán de San Francisco.
Tiene una superficie de 23,69 ha es una reserva natural según la Ley 2/1982.
Es el último volcán que se formó en Olot. Estalló hace unos 100.000 años y su cráter redondeado es producto de una erupción estromboliana poco explosiva primero y de una de más explosiva (freatomagmática) después. Emitió un modesto corriente de lava hacia el noroeste (el Morrot), que es recortado por la riera de Riudaura. Sus proyecciones (piroclastos y cenizas) cubren buena parte del plan de Olot. Este cráter es único en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa que no ha sido deformado por ninguna colada de lava al final de la erupción.
De las gredales que hay en la vertiente sur y oeste, se obtuvo buena parte del material con el que se hicieron varias de las construcciones de la ciudad, hasta que se cerraron en los años sesenta. Recientemente han sido restauradas como espacios museísticos.
Durante la ocupación francesa de 1812 se amurallar la ermita, y se construyeron las dos torres de defensa que aún se conservan. El camino del Viacrucis sube desde el cementerio de Olot y alrededor del cráter hay un paseo circular con abedules y bancos que es un magnífico mirador de Olot y sus entornos.
El Montsacopa había sido completamente deforestado y cultivado. Actualmente el fondo de su cráter circular está ocupado por campos de cultivo y el flanco meridional tiene huertos, mientras que a los otros, la vegetación se recupera espontáneamente o se mantiene con pastos.